Concierto de Alcatrazz featuring Graham Bonnet. El pasado jueves 3 de octubre de 2019, en la Sala Shôko de Madrid.



Había mucha expectación por volver a ver a Graham Bonnet después de su actuación con Michael Schenker, donde pensando que había perdido voz, cosa normal por otro lado con 71 años, demostró que estaba a la altura de sus compañeros en MSG.



Volviendo al concierto, primero decir que como pasa en Madrid en los últimos años, las salas pecan por ser una mala discoteca convertida en un local de conciertos y en este caso no podía ser menos con Shoko, con servicios y sonido deficiente, incluido el día; un jueves.



El concierto empezó con una banda que si bien no encajaba demasiado con Alcatrazz, como es Eventyde, provenientes de Londres y con una carrera que comienza en 2013, hicieron una actuación interesante presentando su nuevo álbum "Singularity", junto con el single que acaban de publicar "The Genie". Su estilo se podría encajar dentro de un power metal con toques operísticos en las voces, sin que esta última destaque por encima de la música de la banda.



Dadas las horas en las que se pueden hacer conciertos en Madrid, y pensando que Alcatrazz haría un show de 1:30 aproximadamente, sobre las 21:20 daba comienzo el concierto con un Graham Bonnet físicamente tocado en la espalda, pidiendo perdón por tener que cantar sentado en una banqueta.



Independientemente de esto, Graham empezó en muy buen estado vocal con un tema del primer disco de Alcatrazz “Too young to die, too drunk to live ”. Desde el principio, Joe Stump, guitarrista de sobra conocido por su trabajo en solitario, estuvo muy metido dentro de la forma de tocar que tenía Yngwie Malmsteen en la primera encarnación de Alcatrazz.



Posteriormente, continuaron con "Hiroshima Mon Amour", un tema pacifista contenido en "No Parole From Rock'n'Roll", al igual que el single principal del álbum con el que continuaron,"Jet to Jet ", que nos transportó a la época en la que esa forma neoclásica de tocar la guitarra todavía no se asociaba con el power metal. 



Con Kree Nakoorie, entra un tema un poco más calmado con una atmósfera más arabesca gracias a las escalas utilizadas entonces por Yngwie y que ahora Joe continúa interpretando con destreza, aguantando la velocidad endiablada de los solos.




Por fin llega un tema de Rainbow de los que fueron un éxito comercial durante el año 80 y gracias a los que encabezaron el primer Monsters of Rock en Donnington Park; "All Night Long", donde todo el mundo lo coreó y recordó a Blackmore, aunque en este caso la guitarra era otra cosa y faltaba esa forma de tocar con la que Ritchie ha marcado un estilo.



Ahora venía el momento de Michael Schenker y su "Desert song", un tema agrio y tranquilo, que nunca ha sido de mis preferidos del germano, aunque en la formación de esta banda con un Jimmy Waldo a los teclados, acaba cuajando perfectamente.



"Night Games", de aquel maravilloso disco en solitario de Graham; "Line-Up", el cual contaba con un elenco de músicos sin igual, por citar solo unos pocos: Jon Lord, Micky Moody, Ray Fenwick, Cozy Powell o Francis Rossi. El tema supuso una vuelta a cuando se podían escuchar a músicos afamados, tocando estilos diferentes al que les había dado a conocer, haciendo un grandioso tema, como así sonó en directo en esta noche.




Otro tema de la época con MSG, como era "Rock you to the ground", donde la voz te transporta a aquel Assault Attack, al que le vino quizás un poco grande el tema, porque personalmente creo que no es del estilo de Joe Stump, que se veía a disgusto en un tema más parado con un sonido muy ahogado como solo Michael sabe sacar de su Gibson Flying V.



Dado la clase de concierto que estaba siendo, había que hacer una parada en otro de los guitarristas que han acompañado a este gran cantante durante su carrera, y no era otro que Chris Impelliteri, con su "Stand in Line" del álbum con el mismo título, que volvió a todos locos con una tema de carices más heavies del estilo del rock de finales de los 80.



En este concierto no sé si por las guitarras de Joe o por otra razón, solo ofrecieron temas del primer disco de Alcatrazz, por lo que ahora era el momento de otras dos canciones como "General Hospital" e "Island in the Sun", que sirvieron de base para la recta final del show.



Ahora era el momento, de nada más y nada menos, que quizás del tema más conocido donde ha participado este cantante, "Since you been gone"; la canción que compuso Russ Ballard y cedió para que Rainbow hiciera una obra maestra que hiciese al público enloquecer, y donde se demostró que ese estilo vocal dentro de la canción, es el que siempre echaremos en falta en cualquier cantante de Rainbow.




Después de la locura con Rainbow, venía una canción más tranquila como "Leviathan" de Impelliteri, donde por la progresión del tema, que quizás no era el momento dentro del set list, se les notó forzados.



Hicieron un guiño a una banda cuyo nombre siempre me ha sonado a grupo de Black Metal, como es Blackthorne; del disco "Afterlife" con su "We Won't Be Forgotten". Aquella banda con Bob Kulick, Frankie Banali y Jimmy Waldo, que hicieron un gran disco, aunque muy alejado de los cánones que sus músicos nos tenían marcados y no logró el éxito comercial merecido, quizás el tema más desconocido de la noche, pero recomiendo su escucha con calma.




Cuando empezó a sonar "Goodnight and goodbye", por el nombre del tema, parecía anticipar el final del concierto, un tema muy centrado en un heavy rápido donde la banda se desenvolvió muy bien sobre todo en la parte rítmica, con una batería poderosa como es la de Mark Benkeneche detrás de las baquetas.



Con temas como "Long Island Tea", de su disco del año pasado "Meanwhile Back in the Garage", demuestra que aún queda mucho por escuchar de un músico como Graham. Al acabar esta canción, intentaron hacer un bis, aunque dado el estado de la espalda, no pudo salir del escenario, así que en poco tiempo encadenaron con los bises.



Bises y que bises, "Assault Attack" del mismo nombre que el álbum de Michael Schenker, una canción llena de garra y fuerza, que nos transporta a una de las mejores épocas de hard rock en la que Michael derrochaba riffs geniales y que en esta ocasión dejó al público entregado.





Para rematar una grandísima noche, quedaba volver a nuestros locos temas, como si estuviéramos perdidos en Hollywood, ese tema de Rainbow, que nunca llegó a los éxitos comerciales de los dos anteriores que tocaron en este concierto, pero que todo fans de la banda adora incluso más que los de antes, provocó que los asistentes salieran con una sonrisa de oreja a oreja.



Si el estado vocal y las limitaciones físicas, estamos hablando de una persona de 71 años, se lo permiten, creo que todavía hay mucho que esperar de esta banda y un cantante que sin haber llegado a los niveles de popularidad de Dio, todavía tiene mucho que decir si mantiene el nivel con conciertos como este.










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